Hoy en día el modelo económico lineal de “tomar, hacer, desechar” se está replanteando y los gobiernos y empresas se están orientando a un modelo económico circular donde los productos mantengan su valor en todo momento, evitándose así lo más posible la opción de desechar. Por ejemplo, una botella de agua de PET, apenas se consume el producto, se desecha. Sin embargo, el mismo plástico tiene el potencial para ser reciclado, volverse a incorporar en otras botellas o ser transformado en fibra textil. Es así como la visión de la economía circular (EC) busca alargar la vida útil de los materiales para convertirlos en otros productos, sin embargo, sus estrategias van más allá del reciclaje y requieren el involucramiento de una red de actores que trasciende los recicladores para incorporar modelos innovadores como lo son el reúso, ecodiseño y la implementación de nuevos modelos de negocio.
El programa RedES-CAR, consciente del gran reto que tienen las empresas para apropiarse y poner en práctica la economía circular, desarrolló 2 cadenas conformadas por 27 empresas que hacen parte de la cadena de valor del plástico. A partir de las colaboraciones y alianzas basadas en la innovación, las empresas diseñaron proyectos de alta viabilidad económica y sostenibilidad a largo plazo con los siguientes resultados aproximados: material aprovechado de más de 373 toneladas al año, material virgen no utilizado equivalente a 142 toneladas y reducción de material puesto en el mercado de 52 toneladas al año.
Participaron organizaciones de toda la cadena de valor, incluyendo aquellas que:
• Generan materia prima (ej. polipropileno, pet, polietileno de alta y baja densidad, etc.)
• Fabrican diferentes productos plásticos (ej. empaques, envases)
• Hacen uso del plástico para sus productos (ej. Industrias de alimentos, agro, belleza, etc.)
• Consumen finalmente los productos (ej. Colegios, universidades, centros comerciales.)
• Recolectan el material post-consumo para aprovecharlo (ej. Asociaciones de recicladores, gestores ambientales)
• Transforman el material para reincorporarlo a la cadena (ej. Transformadores, fabricantes de nuevos productos con material aprovechado)
Orden de izquierda a derecha: Luisa Ribero, Plastilene; Juliana Marcela Ramos, Recitoc; Ricardo Reyes, Socya; Diana Marcela Castro, Prodensa; Adriana Paola Rodriguez y Fernando Torres, Universidad Minuto de Dios.
La gran diversidad de organizaciones permitió que se complementaran entre sectores y actividades aparentemente distintas, pero con un objetivo común: avanzar y promover el cierre del ciclo del plástico.
La metodología de los talleres de economía circular en RedES-CAR se basó principalmente en la comprensión y análisis del Índice de circularidad de los materiales (Fundación Ellen MacArthur) y de las tres variables que permiten evaluar sus productos en un contexto de EC: 1. Reducción de uso de material virgen, 2. Aumento en el aprovechamiento de materiales y 3. Reducción del material puesto en el mercado. Por ejemplo, una estrategia de EC enfocada en reciclaje le apunta únicamente a aumentar el aprovechamiento de materiales, sin embargo, una estrategia innovadora basada en el reúso permitirá reducir el uso de material virgen y el material puesto en el mercado, lo cual también aumenta el aprovechamiento de material.
Las empresas RedES-CAR hicieron uso de este conocimiento para generar diferentes tipos de proyectos basados en las estrategias de EC con una visión integral del índice de circularidad. A continuación, algunos ejemplos de proyectos que surgieron:
• Rediseño en los estuches de maquillaje para polvos y sombras para permitir su reúso y fomentar el refill por parte de los consumidores. Con esta medida se disminuye el uso de resina virgen, se apoya el cumplimiento de la normativa REP (Res 1407 del 2018) y se evita la generación de residuos hasta en 42 ton año. Además, los beneficios económicos para la empresa son significativos al ascender a más de 600 millones de pesos al año.
• Fabricación de herramientas básicas para pintores y operarios como material publicitario funcional (ej. espátulas, mezcladores, cuñas, etc.) a partir del aprovechamiento de material de los envases usados de pintura. Se planea abrir una nueva línea de negocio con los usuarios y generando ingresos adicionales al ofrecer productos complementarios a las pinturas, con esta medida se tiene el potencial de aprovechar más de 7 ton de material plástico al año.
• Aumentar el aprovechamiento posconsumo de universidades y colegios gracias a una red que fomenta el reciclaje y facilita la logística inversa para la recuperación del material. Se planea fortalecer la cultura de separación en la fuente en las instituciones educativas y cerrar el ciclo de los materiales con mobiliario educativo, contenedores, entre otros objetos con mayor vida útil. Con estas medidas se tiene el potencial de recolectar hasta 10 ton de plástico al año.
Mediante la innovación, colaboración y nuevos modelos de negocio, las empresas RedES-CAR han comprobado que adoptar una visión de economía circular les permitirá enfrentar los desafíos y oportunidades ambientales y empresariales.